Sueños 9

martes, 14 de enero de 2014

Estoy sola sentada en la sala viendo la televisión. Aún vivo en casa de mis padres.
De pronto mi madre alterada (gritando desde el 3er nivel) me dice que busque cierto canal de noticias, estaban dando una alerta en la ciudad: 
"Se les comunica que en los próximos minutos habrá una invasión de ovnis, se recomienda no salir de casa y no encender las luces..."
Mi emoción por escuchar esta noticia no fue la misma que sintió mi familia, los que altamente preocupados y nerviosos me obligaron a encerrarme en una habitación con ellos. Quizás pasaron unos 10 minutos en la obscuridad y el silencio y me dio hambre. Decidí salir.

Ya en la calle, me sorprendió la soledad que invadía el vecindario, pensé quizás ver personas tomando fotografías al cielo o con carteles de bienvenida (se que yo quería hacerlo). El silencio de la tarde era muy agradable, me sentía muy cómoda en la soledad.

Caminé unas dos cuadras buscando alguna tienda, hasta que encontré una muy familiar (solo que estaba en otra ubicación). Una tienda muy antigua, con divisiones de madera y un mostrador de dulces, me paré frente a el tratando de antojarme de un par de ellos cuando de pronto escuché unos gritos de horror. Me asomé por la puerta de la tienda y de pronto los vi, habían de muchos colores, sobretodo rosados y naranjas, eran grandes, ENORMES, ¡GIGANTES!, volaban agrupados y luego dispersos sobre el cielo de la ciudad, sobretodo sobre el lago al final de la calle. 

(Si, había un lago tan enorme que parecía mar, era de color verde con tonos azules).

Yo me emocioné, desde la puerta les hacía señas para que me vean, para que vinieran. Al ver esto la señora de la tienda se puso muy nerviosa y con una vela en mano me habló muy molesta indicándome que compre algo rápido y me vaya, de esa forma ella podría encerrarse y "estar segura".

Cuando ya iba a salir de la triste tienda, una orbe pequeña, parecida a una "pokébola" pero de color celeste pastel, entró a la tienda y flotó frente a mi. Eran naves espías, (entraban en todas las casas para informarles a ellos cosas que yo no se) entonces inmediatamente decidí atraparla y me fue bien en ese cometido.

La metí en mi bolsillo izquierdo y salí corriendo de la tienda. Me sentía muy nerviosa, con la sensación de haber realizado una travesura, pero sabia que con eso lograría la atención de ellos.

De pronto a mi costado aparece un león, muy grande y fino, de color casi blanco y con cierto brillo, me miró y sonrió, me dijo unas palabras de aliento y corrió junto conmigo en sentido opuesto a la ubicación del lago.

(al parecer ese león era mi mascota, mi protector)

Corrimos mucho y sin un destino exacto, sólo corrimos juntos mientras la invasión ovni se daba en mi ciudad. 


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