SUEÑOS 15-2018

miércoles, 25 de marzo de 2020

Soñé que había muerto.
Una vez que mi cuerpo físico se separó de mi cuerpo energético, aparecí en un espacio que era muy largo como un túnel lleno de ventanas, el espacio era semi oscuro y estaba vacío.
Yo caminaba por ese pasillo sin fin,  mirando las ventanas esperando encontrar algo o alguien,  pero no había nada,  era como si estuviese dentro de una habitación flotante sin principio ni fin.
Yo caminaba y caminaba (o creía caminar porque no tenía cuerpo),  estaba muy asustada y tenía extremo frío, no el frío que conocemos que "congela" era un frío como de que algo está vacío, un frío que paraliza, un frío que mata.
Necesitaba encontrar un cuerpo con urgencia porque un cuerpo "da calor" y necesitaba ese calor.
Mientras me desplazaba muy nerviosa entendiendo que había muerto, me di cuenta que "otra vez" (porque ya tuve esta experiencia antes,  cuando me operaron)  era un pensamiento.
Era tan solo un pensamiento que escuchaba el pensamiento de otros seres o energías que estaban allí y no podía ver.  Era confuso al inicio, pero cuando empecé a tranquilizarme los pensamientos eran menos fuertes en mi, decidí cuales escuchar y cuales alejar,  hasta que de pronto solo quedó lo siguiente: Eres luz,  eres luz, eres luz...
Soy luz dije y entonces esa habitación sin límites de pronto ya tenía forma conocida y delimitada y de las ventanas salía y entraba luz dorada.  Estaba en un cubo,  flotando en la transparencia de su interior, yo no era más que parte de esa energía, integrada aboslutamente en ella y siendo parte de un pensamiento mayor al mío.
El frío no se fue, pero era otro tipo de frío...
"Estoy no muerta"

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