Pesadillas 7

sábado, 7 de junio de 2014

Es de noche y estoy en la casa de mis padres, en mi casa de adolescente, estoy en el segundo piso y de pronto mi padre empieza a gritar.

No se que sucede, él está desesperado y señalando el cielo baja desde el tercer piso intentando juntar a toda la familia para protegerla. Entonces alzo mi mirada hacia el cielo y quedo perturbada. 

El cielo cambiaba de colores, se veía maligno, el sol se moría y la tierra empezó a temblar. Vi a mi tía asustada corriendo hacia el jardín y mi padre intentando jalar a mi madre y hermanas que están pasmadas, entonces yo corro hacia ellos sin dejar de ver temerosa el horrible cielo.

Salgo a la calle abrazada de mi hermana menor y veo que varios vecinos están fuera de sus casas gritando, llorando, rezando. De pronto en el cielo aparece gigante como un holograma una gran rueda que empieza a girar.

Esta rueda era de muchos colores brillantes, como luces de neón: rojo, magenta, cyan, verde, amarillo, se repetían en degradé por toda la rueda que giraba a gran velocidad. Entonces la tierra empezó a calmar su movimiento y la rueda empezó a girar más lento y más lento y empezó a chirriar, el sonido era terrorífico.

Al bajar la velocidad de giro de la rueda pude notar que la rueda tenía 13 símbolos, eran los signos zodiacales, mi hermana y yo quedamos petrificadas al ver ello en el cielo, intentamos tomarle fotos a esas señales que veíamos pero todas las fotos salían en negro.

De pronto la rueda empezó a girar nuevamente y la tierra empezó a moverse. Mi padre nos llamaba insistentemente para entrar a la casa pero no pudimos. La rueda de pronto paró en el signo de ARIES (color rojo) y empezó un gran terremoto. Abracé fuerte a mi hermana mientras veíamos como las casas se derrumbaban y las calles se abrían.

Ví a mi padre y mi madre caer al suelo y nosotras sin poder movernos, solo deseábamos que no les caiga nada encima.

La desesperación era absoluta, yo no podía quitar la mirada al cielo, preguntando el porqué del suceso, ¿Qué significa todo ello?

 Y entonces el terremoto paró al mismo tiempo que lo hizo la rueda holograma. Corrimos hacia donde nuestros padres, ellos no se movían, estaban muy asustados y no querían ver la desgracia. De pronto ese ruido estruendoso retornó y la rueda empezó a girar lento, muy lento, era como una tortura, no saber donde ni cuando parará.

(Entonces yo empiezo como a flotar y ver la escena debajo mío)

La rueda para en el signo LIBRA (color azul) y una lluvia de meteoritos empieza a caer sobre la ciudad, mi padre con mucha dificultad alza el brazo y coge de la mano a mi hermana menor que no paraba de llorar y yo veo como los meteoritos caen sobre sus cuerpos, sobre los cuerpos de todos. La ciudad empieza a incendiarse y los gritos de horror se oyen en el corazón.

Y la rueda detiene su giro y los meteoritos dejan de caer, yo sigo como flotando y veo que en la ciudad ya quedan pocas personas vivas intentando juntarse para darse fuerzas y protegerse.

No se como sucede pero me traslado hacia una feria de tipo carnaval, estoy parada en medio de cuerpos muertos, sangrientos, sufridos, algunas sombras caminan cerca a mi y yo busco a mi familia entre todas esas sombras.

La rueda otra vez gira y yo solo quiero morir pronto, no aguanto tanto sufrimiento, tanta soledad. La rueda para y esta vez no miro al cielo, no se en que signo cae pero de pronto se que significa esa última rueda y se que significa porque lo veo frente a mi. Mi temor representado en algo físico me busca, me persigue, un Arlequín diabólico no me quita la mirada y yo huyo de él. 


(Y todo sobreviviente se enfrenta a su gran temor, es la última batalla)

Mi corazón se acelera totalmente, mi cuerpo se enfría y mi voz desaparece, quiero correr pero no puedo porque mi cuerpo está débil. A donde trato de huir siempre en frente se aparece, es inevitable, su mirada me penetra el alma, su risa destroza mi corazón.

Entonces lo comprendo, se que es todo esto, es una prueba y una depuración, una prueba más que debo vencer y soy fuerte, puedo hacerlo.

Y todo mi conocimiento retorna a mi y me protege y me da valor, entonces dejo de huir y soy yo la que busca y yo la que encuentra y enfrenta. 

Me siento frente a él y este con su sonrisa endemoniada trata de debilitarme, pero lo miro fijamente a los ojos y eso le incomoda, lo irrita, (todo es mental me lo repito, él soy yo, él es mi invento)

¡Vete!, le ordeno, ¡desaparece! ¡NO ERES YO! ¡fuiste mi pasado y te perdono!...eres libre, SOY LIBRE y esa fue la última palabra, un humo negro sale de su cuerpo hasta no ser nada. 

(Me siento viva, me siento fuerte, sobreviví.)

Y me paro de un salto y se que tengo que hacer, corro entre los muertos y busco a mi familia, los encuentro a todos tirados sobre el suelo, sus cuerpos fríos y azulados.

Los cojo por los brazos intentando moverlos, no puedo, son muy pesados. Y empiezo a gritar, a gritar para todos: No están muertos, ¡NO ESTÁN MUERTOS! sólo su pasado murió, su alma sigue viva, su espíritu inmortal, es tiempo de renacer, todos juntos, tenemos una nueva oportunidad, ¡la tenemos!.

Alcé mi mirada al cielo y vi un gran sol y la rueda había desaparecido (el cielo es hermoso, un naranja hermoso).

Veo a mi alrededor y muchos cuerpos que sufrieron la rueda empiezan a moverse intentando elevar sus manos hacia el Sol. 

Mi familia poco a poco empieza a vivir, ya no están fríos, retoman su color de piel, puedo abrazarlos... 

Todo está bien.

















Pesadillas 6

domingo, 27 de abril de 2014

Aparentemente estoy flotando, soy sólo una espectadora.

Veo gente muy asustada, agrupados sobretodo en plazas, de muchas ciudades de muchos países de todo el mundo. Todos ellos, familias íntegras mirando al cielo, señalando algo con horror.

Yo sigo flotando y siento que estoy fuera del planeta porque puedo ver estrellas, espirales, planetas, pero me fijo en uno específico, en Marte.

Y flotando me acerco a Marte y veo como seres de ese planeta, a través de grandes pantallas vigilan y controlan nuestro planeta. Ese día tocaba control y lo que sucedía era que ellos enviaban a través de programas de celular, una aplicación donde todos los seres humanos del planeta Tierra tenían que hacer girar una especie de ruleta, en esa ruleta habían 8 tipos de enfermedades. Cada mes todos tenían que girar esa ruleta y vivir con la enfermedad que les tocaba ese mes, de lo contrario tendrían que morir.

Era inevitable girar esa ruleta y dependiendo del grupo de edad era el tipo de enfermedades (es decir, según grupo de niños, adolescentes, adultos y ancianos).

Comprendí entonces porque la desesperación y tristeza que vi allí abajo, en el planeta.

Empecé a descender y de pronto yo estaba entre ellos, esperando mi turno para girar la ruleta. Estaba muy nerviosa, quería huir pero sabía que no se podía. Entonces llega mi turno de girar la ruleta y me resisto totalmente a hacerlo y entonces desesperadamente grito: ¡PREFIERO MORIR! de pronto siento que algo dentro mío se quiebra, que algo dentro de mi sale como vapor, me mareo y no sé, creo que muero.

Pesadillas 5

martes, 25 de marzo de 2014

Alguien me está persiguiendo, siento su energía tras mío y me da miedo, creo que es un demonio.

Estoy en un campus universitario pero las personas que están cerca mío son compañeras de mi colegio, un grupo de ellas están asistiendo a un curso de cinematografía y yo ingreso con ellas porque el taller es obscuro y así puedo distraer a ese ente.

Entro en el aula y todo está obscuro pero una alumna de cabellos rosados brilla y me coge la mano y me saca del taller, empieza a correr por los jardines del campus hasta llevarme a una zona medio abandonada, la parte más antigua del lugar. Puedo ver dos pabellones de aulas de tan solo dos pisos que se están derrumbando y  los unen unas vigas de luz muy larga y semi destruidas, con los fierros oxidados y expuestos y el concreto arenoso.

La chica me mira y me reta a cruzar al otro lado del pabellón, tenía que mostrarme algo al otro lado que estaba más destruido. Ella me suelta la mano y empieza a correr sobre las vigas, a mucha velocidad y sin perder su equilibrio logra pasar sin dificultad y voltea a mirarme, esperándome.

Yo veo las largas vigas, me da vértigo, tengo miedo de caer, de lastimarme, de morir, pero algo me dice que debo cruzar. Escojo la viga que está a mi parecer en mejor estado de conservación y empiezo a cruzar lentamente, por tramos pasé arrodillada, por tramos sentada, pero muy muy lento hasta que llegué a la plataforma del otro edificio. 

Busqué a la chica de cabello rosado, ella estaba dentro de un vestuario, todo el paisaje se tornó gris, me asomé a ver el espacio y algo me arrastró dentro. No recuerdo que sucede, solo se que esa chica desaparece y yo tengo puesto un traje encima, como de soldado, de color gris.

De pronto el ente aparece, está tras mío y yo estoy sola en esa construcción abandonada, grito pero nadie me escucha, el miedo me paraliza, no puedo huir, esa cosa es muy fuerte y me dice cosas que se meten en mi mente y me vuelvo débil, vulnerable.

Es tiempo de venir con nosotros me dice una voz, yo sigo paralizada, muy asustada, de pronto frente a mi, a unos 4 metros de distancia se abre un vórtice de color gris y azul y empieza a absorberme, me arrastra con sus fuertes vientos hacia él, yo trato de agarrarme de los muros, me corto las manos, siento que ya no puedo más, que me muero, de pronto un grito desesperado sale de mi, ¡MADRE! ¡MADRE ME LLEVAN, AYÚDAME!.

Entonces aparece mi mamá, me coge de una mano y con mucho esfuerzo trata de rescatarme pero el vórtice con los demonios tienen más fuerza y empiezan a jalarnos a las dos (mi cuerpo esta volando como una bandera y mi madre arrastrada por mi). Mientras más cerca estaba del vórtice mi ropa de soldado empieza a desintegrarse y siento que yo estoy a punto de desintegrarme también.

Cierro mis ojos, ¡NO PUEDO PERMITIRLO! mi temor estaba involucrando a mi madre también, yo soy más fuerte que todos ellos, yo lo sé.

Entonces suelto a mi madre y volteo hacia el vórtice y con voz firme digo: USTEDES NO PUEDEN, NUNCA PODRÁN PORQUE DIOS VIVE EN MI, ¡PORQUE YO SOY DIOS!

Entonces el vórtice se cierra y yo caigo al suelo, intentando buscar a mi madre con la mirada.

(Allí termina mi sueño por que un sismo en mi ciudad me despertó...)




Sueños 11

viernes, 14 de marzo de 2014

PREÁMBULO:

Estoy acostada en la cama pensando en mil cosas antes de poder conciliar el sueño, de pronto todo el alboroto se corta y una voz femenina que inicia suave y va incrementando el volumen y la fuerza de lo decretado se mete en mi mente y me hace volar.

TÚ ERES UN LIBRO, TÚ ERES UN LIBRO, TÚ ERES UN LIBRO, ¡esa es tu misión!, y en cada repetición, en cada decreto, veo imágenes llenas de color: vórtices que se transforman en toroides, paralelepípedos, hipérbolas, paraboloides hiperbólicos, elípticos, que se expanden y se contraen y cada movimiento acompañado de cambios de color, como reflejos de arco-iris.

 Y sigo, tú eres un libro, yo soy un libro, ¡LO SOY!, lo comprendo, entiendo lo que me dices, entiendo lo que soy, comprendo mi misión. ¡GRACIAS!



EL SUEÑO:

No estoy segura si estoy flotando o si estoy sobre un transporte aéreo, sólo se que bajo mío, en la tierra veo cientos de animales, de muchas especies y de muchos colores que alzan sus cabezas, me miran y me sonríen, algunos alzan las patas como saludándome, están felices y yo me siento feliz.

Un animal en particular me llama la atención y este sigue mi trayectoria, es un oso panda, hermoso en realidad. Él me da la bienvenida a su tierra, un campo extenso y muy verde, se siente paz.

No recuerdo como llego a esta parte, pero estoy en medio de chacras, estoy acompañada de mi esposo y estamos en bicicletas. Se que debemos trasladarnos a otro pueblo para salvarnos y yo conozco la ruta (porque el oso panda creo que me dijo exactamente como llegar, como salvarnos)

Empiezo a subir colinas entre senderos sinuosos bordeado de muros de piedra, se que atrás mío está mi esposo y le cuesta subir el camino, yo no miro hacia atrás, yo no pierdo el ritmo porque confío que él me seguirá y además el tiempo se hace corto. Tras nosotros me parece sentir que hay un grupo de personas que nos creen y nos siguen.

El camino era pesado porque la tierra se sentía muy ligera y la bicicleta se hundía en tramos, las piernas empezaban a doler y el camino en la cuesta se veía más angosto y con piedras pequeñas en la senda.

Cuando llegué a la cima de la colina vi que el camino estaba cortado por un hoyo tipo cenote, me aproximé al hoyo y vi en el fondo un río subterráneo y dos sogas colgando de lo alto del camino (cerca de donde yo estaba)

Un anciano que estaba en la parte de abajo me mira y me saluda, haciendo señales que debía cruzar el camino lanzándome por las sogas trenzadas.

César se para a mi lado viendo algo temeroso el gran hoyo que dividía el camino, sabíamos que al otro lado estaba la entrada al pueblo, la entrada a la vida.

Sin pensarlo más, retrocedo y empiezo a correr veloz para tomar impulso y lanzarme hacia la soga, entonces escucho un grito de horror de mi esposo, un grito desesperado, un silencio en su alma y me doy cuenta que las sogas eran dos grandes, largas y gruesas serpientes de color semi naranja que estaban colgadas de la cola y con la cabeza mirando el río subterráneo.

Sentía su piel, era cebosa y empecé a resbalar, yo trataba de impulsarme pero la serpiente era muy pesada. Entonces estiré mis piernas y las crucé en la otra serpiente, saltando de esta manera hacia ella, pero esta era más resbalosa aún y las dificultades aumentaron.

Mi cuerpo se resbalaba rápidamente y cuando ya estaba cerca a la cabeza de la serpiente me lance hacia el río de aguas calientes, pero caí en tierra firme. Las serpientes alzaron sus cabezas gigantes y las dirigieron hacia mi.

Hubo unos segundos de reconocimiento, las serpientes me veían detenidamente a los ojos y yo no mostraba signos de temor, (a pesar de que me era difícil respirar por la alta temperatura de allí abajo)  las serpientes se pusieron en modo de ataque pero yo no me moví, realmente no les tenía miedo. De pronto la serpiente mayor me sonríe y me eleva hacia el otro camino, mientras esto sucedía podía ver como el hoyo (especie cenote) cambiaba de color sepia a verde y la temperatura del lugar mejoraba.

Las serpientes se estiraron como un especie de puente y César pudo cruzar caminando sobre ellas.

Ya en el otro lado del camino el aire era distinto, el sendero era llano y bordeado de árboles, nos agarramos las manos y respiramos.

Es tiempo de comenzar...


Pesadillas 4

viernes, 28 de febrero de 2014

Estoy sentada en un pozo de arena cubierta de agua cristalina y muy calmada, veo mis piernas flotando en ella y se siente mucha paz y tranquilidad. Estoy así muchos minutos disfrutando de la quietud y la soledad y de pronto me doy cuenta que en realidad las aguas están inundando mi ciudad.

Veo hacia mis costados y veo gente, sobretodo niños en otros pozos y jugando en ellos, al menos eso creía yo hasta que noté desesperación en sus rostros.

Me paro a observar bien el panorama, se veía un hermoso ocaso que me iluminaba y aguas pasivas y brillantes que me cubrían las piernas, mas todo a mi alrededor era caos.

La desesperación de la gente me contagió y me hizo buscar rápidamente a mi familia, corrí en busca de ellos y el agua cada vez se tornaba más violenta, el clima ya no era agradable, pareciendo más que se aproximaba una tormenta, el cielo se puso de color gris y bajó la temperatura.

Cerca mío estaba mi esposo y mi hermana menor, no encontraba a mi demás familia, entonces decidí no perder más tiempo y huir. (pensaba: mis padres estarán bien, mi hermana, mi sobrina, por favor protéjanse)

El agua nos llegaba a la altura del pecho, nos empujaba mucho, entonces cuando giro mi cabeza hacia la derecha veo una ola gigante que venía hacia nosotros. Agarré a mi hermana y a César y los jalaba en sentido opuesto, corriendo contra la corriente, contra la gente desesperada.

De pronto se forma otra ola igual de gigante que la anterior en el lado izquierdo hacia donde huíamos, pensé que ya no teníamos salvación, pude ver como las dos olas gigantes se chocan sobre nuestras cabezas, veo gente golpearse, cuerpo contra cuerpo, muertos, todos muertos, niños, mujeres, familias enteras.

Yo solo cerré los ojos esperando morir también pero sin soltarlos a ellos. Pasaron unos minutos y me di cuenta que podía respirar, estaba flotando, pero flotaba yo sola, sin ellos.

No había tiempo para pensar, empecé a nadar, tratando de salir de las aguas asesinas, era difícil, habían muchos cuerpos flotando y mis emociones al borde del colapso.

Y nadando llegué hasta la puerta de un edificio muy alto y muy antiguo de color verde, empujé la puerta de madera tosca y entre. Al cerrar la puerta pesada miré que César y mi hermana estaban tras mío, muy débiles, pálidos pero junto a mi.

Un anciano me vio entrar, creo que era el cuidante del edificio, vestía un saco de lana a cuadros y un pantalón de tela color verde, me miró con compasión y como si fuese un secreto entre nosotros, sólo miro hacia arriba señalando una torre con escaleras y se fue.

Inmediatamente entré en esa torre, me acomodé en la espalda una mochila negra que me señaló el señor y sin perderlos de vista a ellos, empecé a trepar la torre, habían partes con escaleras de madera muy vieja y sucia y tramos donde solo se podía subir si se trepaban los muros.

Cada nivel que subía verificaba que César e Ingrid estén a mi lado y que la mochila esté bien asegurada. La torre tenía 7 u 8 niveles, cada uno de ellos más difícil de llegar.

Cuando llegamos a la azotea habían 6 personas más, nos vieron y recibieron (algunos conocidos). En total eramos 9 personas a salvo en la cima de ese edificio y cada persona tenía una particularidad en especial, representaba una emoción específica.

Ya se hacía de noche y estábamos asustados porque pronto llegaría el último impacto y no sabíamos si íbamos a sobrevivir. Entonces decidí salirme del grupo para ir a buscar alimentos que me pareció ver en una habitación de un edificio contiguo.

César no quiso dejarme ir sola, entonces ambos saltamos las azoteas y descendimos hasta un octavo piso donde encontré una habitación abierta. A  hurtadillas entramos al lugar  puesto que había alguien en la habitación y yo presentía que era una persona negativa. 

Era un anciano muy parecido al que al inicio me permitió entrar, pero este tenía un rostro muy demacrado, como esperando morir.

La habitación tenía ropa vieja y rota tirada por el piso, algunas manchas de sangre, hacía mucho frío allí. César vio una bolsa de 9 panes cerca a él, las tomó y yo jalé un botellón de agua y salimos raudamente sin que el señor amargado nos vea.

El edificio empezó a temblar, ya era oscuro, ya estaban muy cercas las olas, ya las sentíamos en nuestro corazón. Corrimos entre las sombras y llegamos a la habitación donde el resto se había concentrado.

César les ofreció el pan que había encontrado pero una de las chicas al ver que el pan estaba seco lo despreció y lo tiró. Entonces yo abrí mi mochila, tenia dentro 9 panes dulces del día, (el pan para los míos) y se los entregué, la mujer caprichosa los vio y le dio un par de mordiscos, adueñándose de ellos. 

No había tiempo para discutir, no había tiempo para reclamar, las olas estaban a metros de nosotros, podíamos ver como se alzaban por encima de los edificios aplastándolos. Entonces cerré rápido la puerta, nos sentamos en círculo con las manos agarradas, apagué la luz y nos pusimos a "orar".

Luego de unos segundos de respiración agitada y temblores, se remueve todo el edificio y un gran golpe se escucha en la puerta.

¿Estamos muertos?, no lo sé...






Pesadillas 3

viernes, 14 de febrero de 2014

Estoy en un pueblo, me acompaña un amigo mío, ambos caminamos por las calles angostas y empedradas hasta encontrar un mercadillo.

Este se veía muy ófrico, muy antiguo. Mi amigo tenía hambre así que decidimos ingresar a ese lugar. 

La gente nos veía de forma extraña, quizás por que nuestras vestimentas eran muy distintas a las suyas, las que eran especie de túnicas viejas y de color café o colores sepia en su mayoría.

Pasábamos por los puestos de venta pero no veíamos comida en venta, mi amigo empezó a preocuparse un poco porque el mercadillo era bastante extraño y no vendían cosas conocidas. De pronto caminando miro hacia la izquierda y veo una señora con apariencia de bruja de cuento de hadas que me ofreció venderme agua. Habían 3 botellones de agua cristalina y aproximadamente 6 o 7 vasos transparentes con agua ya servida.

A mi amigo le ofrecí comprarle el agua en botellón, pero él decidió tomar solo un vaso porque no tenía mucha sed.

Al terminar de beber su vaso con agua decidimos salir prontamente de ese lugar incómodo y al salir, un señor vestido con un traje de gala pero muy descuidado, se acerca corriendo hacia mi y gritando: !DÍGAME LA VERDAD!

Yo estaba bastante confundida, no entendía de que hablaba y más aún cuando noté que el señor traía en su mano izquierda un cráneo con una vela encendida dentro de él.

Dígame lo que ve, me dice el señor, como si ese cráneo fuera una bola de cristal, ¡DÍGAME LO QUE VE! me repite sollozando. 

Yo miro el cráneo y veo como cartas de oráculo que salen de ella, cartas, 4 cartas de color morado que de pronto voltean hacia mí.

Veo la muerte le digo, veo la muerte. El señor cae de rodillas con la cabeza baja y el cráneo cae de sus manos rodando. ¡Lo sabía!, me dijo.

Sueños 10

domingo, 19 de enero de 2014

Es la inauguración de un centro comercial, hay artistas invitados como Sum 41 y Ozzy Osbourne.

Yo no pude entrar al evento porque había mucha gente  pero en la TV pude ver a mi primo al costado de ellos tomándose fotos y dándoles la mano, entonces decidimos con César ir a visitarlo.

Llegamos a la casa algo apurados porque sólo faltaban 4 horas para el concierto de Ozzy y nos faltaba comprar las entradas. La casa estaba terminando una calle en pendiente y se podían ver grandes jardines al ingreso. Una casa muy grande y lujosa.

Al ingresar a la casa estaba mi primo y nos hizo pasar a la sala y ¡OHHH SORPRESAAAA! allí estaba Ozzy Osbourne, sentado en el mueble jugando PS3 con mi primo.

(En mi propio sueño pensaba que eso era imposible, que mi sueño era raro, pero seguí el sueño.)

César inmediatamente empezó a hablarle, hacerle preguntas. Nos sentamos en una mesa redonda de color gris y empezamos a beber algo mientras jugabamos un juego de mesa con OZZYYYY! y él contó que estaba muy aburrido en el centro comercial y mi primo lo retó a jugar con el PS3 y el aceptó y por eso estaba alli pero que estaba muy cansado y mejor se va a dormir porque en pocas horas sería el concierto.

Y si!, nos regalo entradas a César y a mi.

Nos despedimos de mi primo y al salir nos encontramos con una amiga (de twitter). Era su cumpleaños y nos invitaba a su casa que era al costado.

Nosotros entramos y allí habían otras personas conocidas, unos compañeros de la universidad. Todos estaban sentados en círculo y al vernos nos dijeron que habían decidido poner cada uno una cuota de S/.50.00  para comprar bocaditos para la reunión y César se comprometió en comprarlos.

Salimos de la casa y yo le pedí a César que antes de pasar por el supermercado pasemos por mi casa (que estaba a 5 cuadras) para sacar dinero puesto que sólo tenía S/20.00.

Entonces apresurados corrimos pero las cuadras se hacían muy largas y decidimos tomar el bus. Nos sentamos en la parte de atrás cerca a la puerta de salida y el bus estaba lleno. 

De pronto el bus no avanza y yo empiezo a desesperarme, (veo el reloj y tan solo falta 1.30hrs para el concierto) ¿Qúe sucede? ¿Porque no avanzamos? grite, y una chica me dice que un trailer delante nuestro no podía girar y se quedó cruzado en la calle. Entonces agarré a César de la mano y lo obligué a bajar.

Corrimos por una avenida y llegamos a casa, entre raudamente y saqué el dinero y nuevamente corriendo llegamos a una bodega y compramos muchos dulces.

Muy cansados y agitados llegamos a casa de nuestra amiga y entregamos el paquete de dulces, eran muchísimas gomitas de fresa, helados de fresa, galletas rellenas de fresa y donas espolvoreadas con azúcar.

Nos disculpamos con mi amiga porque debíamos retirarnos ya y ella nos dijo que comiéramos muchas gomitas antes de irnos. Lo hicimos porque estaban deliciosas.

Al salir noté que César llevaba consigo una maleta de color café para llevarla al concierto, no comprendí porqué pero tampoco pregunté.

Nos quedaba una hora para llegar al estadio donde sería el concierto y estábamos algo lejos. Caminamos apurados, muy apurados, estábamos por una especie de avenida con largas tribunas. Había mucha gente sentada esperando algún evento.

Yo seguía caminando y de pronto César ya no estaba a mi lado, pensé que caminó más rápido que yo y empecé a correr gritando su nombre pero no lo veía. Llamé infinitas veces a su celular pero no contestaba, miré el reloj y sólo faltaban 30 minutos. ¿Dónde demonios está?.

Decidí regresar y en el retorno me encontré con algunas personas que no veo hace mucho tiempo y se me acercaban pero yo trataba de evitarlas porque me quitaban tiempo.

De pronto una llamada de César, contesto el celular ¿Dónde estás?, sólo logro escuchar "Búscame en el 472"

¿472? ¿que es eso? 472...472...472, sigo corriendo, no se que es, cuando de pronto me choco con una gran pared color celeste que tenia en color azul obscuro los números 4-7-2

Era el muro lateral de una gradería, César estaba allí sentado con su maleta.

¡Ya es tarde! ¡ya empezó el concierto de Ozzy! ¡ya no podremos ingresar! exclamaba triste, mirando las entradas VIP que tenía en mi mano.


Sueños 9

martes, 14 de enero de 2014

Estoy sola sentada en la sala viendo la televisión. Aún vivo en casa de mis padres.
De pronto mi madre alterada (gritando desde el 3er nivel) me dice que busque cierto canal de noticias, estaban dando una alerta en la ciudad: 
"Se les comunica que en los próximos minutos habrá una invasión de ovnis, se recomienda no salir de casa y no encender las luces..."
Mi emoción por escuchar esta noticia no fue la misma que sintió mi familia, los que altamente preocupados y nerviosos me obligaron a encerrarme en una habitación con ellos. Quizás pasaron unos 10 minutos en la obscuridad y el silencio y me dio hambre. Decidí salir.

Ya en la calle, me sorprendió la soledad que invadía el vecindario, pensé quizás ver personas tomando fotografías al cielo o con carteles de bienvenida (se que yo quería hacerlo). El silencio de la tarde era muy agradable, me sentía muy cómoda en la soledad.

Caminé unas dos cuadras buscando alguna tienda, hasta que encontré una muy familiar (solo que estaba en otra ubicación). Una tienda muy antigua, con divisiones de madera y un mostrador de dulces, me paré frente a el tratando de antojarme de un par de ellos cuando de pronto escuché unos gritos de horror. Me asomé por la puerta de la tienda y de pronto los vi, habían de muchos colores, sobretodo rosados y naranjas, eran grandes, ENORMES, ¡GIGANTES!, volaban agrupados y luego dispersos sobre el cielo de la ciudad, sobretodo sobre el lago al final de la calle. 

(Si, había un lago tan enorme que parecía mar, era de color verde con tonos azules).

Yo me emocioné, desde la puerta les hacía señas para que me vean, para que vinieran. Al ver esto la señora de la tienda se puso muy nerviosa y con una vela en mano me habló muy molesta indicándome que compre algo rápido y me vaya, de esa forma ella podría encerrarse y "estar segura".

Cuando ya iba a salir de la triste tienda, una orbe pequeña, parecida a una "pokébola" pero de color celeste pastel, entró a la tienda y flotó frente a mi. Eran naves espías, (entraban en todas las casas para informarles a ellos cosas que yo no se) entonces inmediatamente decidí atraparla y me fue bien en ese cometido.

La metí en mi bolsillo izquierdo y salí corriendo de la tienda. Me sentía muy nerviosa, con la sensación de haber realizado una travesura, pero sabia que con eso lograría la atención de ellos.

De pronto a mi costado aparece un león, muy grande y fino, de color casi blanco y con cierto brillo, me miró y sonrió, me dijo unas palabras de aliento y corrió junto conmigo en sentido opuesto a la ubicación del lago.

(al parecer ese león era mi mascota, mi protector)

Corrimos mucho y sin un destino exacto, sólo corrimos juntos mientras la invasión ovni se daba en mi ciudad. 


Sueños 8

sábado, 11 de enero de 2014

Estoy con mi familia de vacaciones en una playa hermosa, estoy segura que es Cancún, los colores del mar y la textura de la arena me lo aseguran.

Estamos en un hotel frente a la playa y es nuestro último día allí, de pronto del hotel nos comunican que postergaron nuestro vuelo 1 día y no teníamos donde quedarnos. (ya no teníamos dinero)

Entonces uno de los empleados nos dice que dejemos nuestras cosas en un almacén del hotel y nos daría una habitación grande para que descansemos sin que el administrador supiera. Nosotros aceptamos.

Mi familia salió a divertirse en la playa y yo preferí tomar otro camino y estar sola (en el lado más tranquilo de la playa), pero es como si el paisaje se hubiese dividido en dos. Donde estaba mi familia había sol, era como de tarde y había gente jugando en la arena y en el mar, donde estaba yo sin embargo, unos metros más allá (a la izquierda), era de noche y se veía la luna. Solo estaba el mar, la arena, la brisa y yo.

Me quedé sentada allí, viendo las olas del mar, me sentía muy relajada sentada sobre la arena, jugando con ella y sintiendo la brisa húmeda sobre mi, iluminada por la luz de la luna que se veía de color entre amarillo y azul.

Pasé mucho tiempo así, en realidad no sentí el tiempo hasta que me dí cuenta que ya era el día siguiente y faltaban tan solo dos horas para que nuestro vuelo salga.

Corrí a la playa buscando a mi familia, ellos estaban allí divirtiéndose, creo que no notaron mi ausencia todo el día anterior y los apresuré para ir a sacar las maletas del hotel.

Todos ya habían ocupado las maletas y sólo yo no tenía donde guardar mis cosas que estaban tiradas por el almacén y tan sólo faltaba ya una hora para partir.

Entonces en mi desesperación cogí un costal y metí muchos pares de zapatos dentro, lo único que quise salvar de todas mis cosas. Los zapatos eran de fiesta y de muchos colores, sobretodo rojos y azules.

Salimos a la frentera del hotel para esperar la movilidad pero ya se había ido, llegamos 5 minutos tarde al paradero. Yo estaba algo alterada, estábamos a tan solo 15 minutos del aeropuerto y sin poder movilizarnos.

Caminé hasta la autopista y paré un carrito repartidor de pizza (¿¿¿???) y le suplique nos lleve al aeropuerto. El conductor aceptó y todos lanzamos las maletas al carrito y subimos apurados.

Yo veía el reloj con desesperación mientras mi familia comía pizza (¿¿¿???) y noté que estábamos yendo por la ruta larga rodeando la ciudad. Totalmente alterada y nerviosa le dije al conductor que retorne y vaya por la ruta corta  porque si no que me dejaba el avión y el conductor todo sereno me dijo que no me preocupe y me ofreció una botella de agua)

(en este punto ya hay muchas incoherencias en mi sueño)

A tan solo 15 minutos de la salida del avión llegamos y yo corría con los pasajes en mano. Llegué al counter de COPA para registrar a toda mi familia pero la señorita de atención me dijo que el avión ya había partido 30 minutos antes.

Con mi "costal en mano" retorné hacia mi familia para decirles que "habíamos fracasado en nuestra misión" pero ellos creo que no comprendían la situación, seguían comiendo pizza que les había regalado el repartidor.


Pesadillas 2

miércoles, 8 de enero de 2014

Soñé que estaba en un camino delgado, era como 6 pm, el cielo se veía de color naranja medio rosáceo.

El camino era de tierra y en dos niveles (como si el sendero estuviese cortado en dos, uno más alto que el otro por aproximadamente 1m), las paredes eran muros de abobe o tierra y yo corría muy asustada porque unos chanchos (cerdos) asesinos me perseguían, yo no sabía el porqué.

(los chanchos eran gigantes, horrendos, olían mal, eran sucios, rosados, negros…)

Venían tras mío, eran muchos, como veinte o más y entonces en mi desesperación quise treparme por el desnivel para salvarme de la estampida, pero debido a que mi rodilla derecha no podía flexionarse (por el tumor) no pude subir, además noté que los chanchos por allí también corrían hacia mí.

Entonces casi al final del camino veo una puerta de madera muy vieja y obscura, la empujo para entrar y veo que en mi mano derecha tenía una cabeza de un humano, no sé de quién era, porque la tenía, sólo entendí que ese era el motivo por el cual los chanchos me perseguían.

Entre en la habitación y allí habían familiares, reconocía sus rostros, pero eran algo extraños, ellos eran como muñecos de cera vestidos con trajes medievales.

Estaban sentados sobre sillas de madera, eran muy viejas y de color café. Se miraban frente a un gran espejo con adornos dorados, todos se estaban peinando sus cabellos negros y sus movimientos eran muy lentos, como muñecos que se les está acabando la batería.

De pronto todos giraron sus cabezas hacia mí y se les empezó a borrar los ojos, como si se les derritiera la cara de cera y luego las manos.

Yo sigo parada frente a ellos, no puedo gritar, no puedo huir, los chanchos están afuera, esperándome.

Sueños 7

No recuerdo como inicia este sueño:

Estoy sobre un tipo de barco o lancha pequeña con mi padre y mi hermana menor, habían otras personas más que no recuerdo. Navegábamos un río muy largo y estrecho cuyas aguas estaban entre dos grandes montañas, la de la derecha de roca y la de la izquierda de piedras con tierra y un poco de vegetación.

Nosotros seguíamos navegando tranquilamente cuando de pronto la montaña de la izquierda como que empieza a explotar en su base. Salen chorros de agua a propulsión por en medio de sus ranuras, como si la montaña estuviese llena de agua a punto de desbordarse. No sabíamos por donde escapar, entonces todos nos desesperamos un poco, bajamos del barco y tratamos de subir la montaña, colgándonos de ramas, escalando las piedras resbalosas, no podíamos hacer nada porque la fuerza del agua nos regresaba al río.

Entonces divisé entre la montaña un sendero muy sinuoso y delgado y dirigí a todos por ese camino. Cruzándolo raudamente el camino peligroso, todos juntos pudimos cruzar la montaña y al llegar al final de esta el paisaje cambió completamente.

Al otro lado de la montaña había un lago de agua apacible y de color azul intenso donde se reflejaban hermosos rayos de sol. En la orilla del lago había una balsa de madera, una balsa antigua pero fuerte, entonces todos (los 6) subimos a ella para cruzar el lago, puesto que al frente nuestro había otra montaña, de mucha vegetación y con una cabaña a media altura de ella.

Todos serenos subimos a la balsa y cruzamos el lago, al llegar al otro lado del lago todos estábamos felices, seguros y muy unidos y decidimos subir apresurados la montaña antes de que caiga la noche.

Subir la montaña fue algo cansado ya que esta era muy empinada y se sentía mucha calor, pero finalmente lo logramos, llegamos a la cabaña, la que era muy amplia y fresca, podía acogernos a todos.

De pronto y a pesar de mi cansancio sentí la necesidad de subir un poco más y acompañada de mi hermana menor escalamos unos metros más arriba y nos sentamos a descansar sobre una roca para observar el ocaso.

La puesta de Sol era hermosa, colores naranjas se reflejaban en el perfecto lago azul y todo al nuestro rededor brillaba, como si salieran chispas de no se donde y flotaban por doquier.

Mi hermana decidió regresar a la cabaña y yo decidí quedarme sobre la roca, mucho tiempo sobre la roca, contemplado el todo, estando en calma, disfrutando del silencio.

Finalmente mi sueño termina cuando al ver salir la luna que era enorme y de color cuasi morado con brillos dorados, en el cielo poco a poco, las estrellas empezaron a inundarlo y claramente pude ver muchas constelaciones, las conocía, las entendía, me hablaban, yo era muy feliz.


Pesadillas 1

martes, 7 de enero de 2014

Había elecciones en la casona del colegio de Arquitectos (típica casona Arequipeña, de sillar, patio central, ventanas con rejas de fierro forjado).

Al ingresar a la casona noté que habían muchas personas ubicadas al rededor del patio, al parecer había algún tipo de actuación. Ingresé a una habitación para informarme sobre donde debía votar pero no había personal, todos estaban afuera al rededor del patio.

Ingresé a otra habitación, muy vacía y obscura y me ubiqué tras una ventana para ver que ocurría en el patio.

Tras las hermosas rejas negras que protegían la ventana pude observar una hermosa niña con un tutú rosado, ella bailaba sobre sus finos pies, con las manos sobre la cintura y con mucha delicadeza las alzaba hacia el cielo que era muy azul, casi añil.

Entonces la niña empieza a girar y su mirada se clavó en la mía, de pronto todos los colores desaparecieron, todo se volvió gris, la niña hermosa ahora era muy pálida y de cabellos sueltos y desordenados, con canas, la cara triste, muy triste y una musiquita parecida a la que agrego empezó a sonar (si es posible dar click en el video).

De pronto la niña empezó a girar muy rápido, cada giro era como una punzada helada sobre mi, sobre mi corazón. Yo estaba aterrada y veía a las personas cual zombies, quienes no dejaban de ver a la niña y disfrutaban al parecer de su terrorífico show. Yo por el contrario trataba de evadirla, pero su mirada era como un imán que no me permitía mover mi rostro, cerrar los ojos, gritar.

Entonces la música se acelera y ella empieza a elevarse, podía ver como sus pies estaban a unos centímetros sobre el piso de piedra y entonces, estira los brazos y a gran velocidad se acerca hacia mi, traspasando las rejas, el vidrio de la ventana, llega directo a mi cuello y me empieza a ahorcar. 

Todo es negro ahora, la música sigue sonando...



Sueños 6

sábado, 4 de enero de 2014

Este sueño ha sido muy contante en mi adolescencia.

Me veo de niña, de 9 años aproximadamente y estoy en la habitación de mis padres, son 4:00 am  y estábamos despiertos esperando un eclipse total de luna.

De pronto se oyen gritos y como especie de disparos láser, el cielo se ilumina de color naranja, como si el cielo se estuviese incendiando, mi madre sale a ver que sucede y luego de unos segundos entra muy agitada y asustada a la habitación. Nos dijo que había una guerra, que naves espaciales atacaban a los humanos y que nos echemos en el piso y tratemos de no hacer ruido ni con nuestra respiración.

No se como pero recuerdo que salí de la habitación, a pesar de las advertencias de mi madre, tenía que ver lo que sucedía. Alcé la mirada al cielo, las nubes tapaban parcialmente el eclipse que ya estaba casi total, al lado derecho de la luna obscura, morada, se veía como un agujero en el cielo, era como un vórtice de color naranja y de allí salían cientos, ¡miles! de naves espaciales. Eran de varios colores, de varias formas, de varios tamaños, algunas solo flotaban y otras viajaban a muchísima velocidad, formaban alineaciones en el espacio y luego se desplazaban al estilo ¡rompan filas!.

Yo sentía miedo pero no quería esconderme, quería que me vieran allí parada. De pronto el cielo tras mío se tornó rosado y varias naves espaciales formaron figuras como constelaciones, yo reconocía esas formas.  

A mi derecha luego de ello el cielo se volvió verde pastel y de allí venían hacia mí varias naves grandes, me lanzaban luces, me atacaban, pero al mismo tiempo llegaron hacia mi de la zona del cielo rosado naves pequeñas, tan pequeñas que podría atraparlas con mi mano.

Me rodearon, esas pequeñas naves como orbes me rodearon por completo, me decían algo (no se que) sólo se que me protegieron. Las naves que me disparaban se alejaron y poco a poco fueron desapareciendo en el cielo. Los vórtices empezaron a cerrarse y las miles de naves cada vez las veía más lejanas.

¡Ya pueden salir! grité...

Sueños 5

Otro sueño extraño:

Estaba atrapada en medio de un río entre un bosque y asustada porque la corriente cada vez más fuerte y el volumen del agua incrementaba.

De pronto vi que se acercaba a mí una paloma gigante pero era un libro de páginas doradas y forro tipo medieval que volaba cual paloma.

Al pasar sobre mi noté que las aguas del río se empezaron a dividir y separar (mismo moisés) y así yo pude salir y treparme por la tierra y subir una cuesta.

Finalmente las aguas se juntaron y tomaron mayor fuerza. Algunas personas y yo veíamos asombrados el paisaje y de pronto se apareció un ovni muy pequeño y salió flotando un hombrecito mediano con una cresta en la cabeza. Yo hablaba con él y me decía que habían llegado a este planeta por ayuda, pero nadie le creía...

Sueños 4

Hoy tuve uno de los sueños más increíbles de mi vida y es que lo sentí tan real!
No recuerdo como empezó, solo recuerdo que del planeta tierra iban a despegar 69 naves al espacio, con 10 tripulantes en cada una.

Yo fui una elegida para estar en la nave que salía de este país (creo que eran dos en total las que salían de Perú), en la nave vi un par de caras conocidas. Nos pusieron unos trajes especiales y partimos. Yo estaba muy entusiasmada porque sabía que regresaríamos. 

Cuando estábamos ya fuera del planeta, la temperatura cambió solo un poco, íbamos totalmente vertical y a gran velocidad (yo sentía esa velocidad, sentía un baño de luz, sentía la espiral), yo no prestaba mucha atención a lo que todos los tripulantes veían (algunos planetas) yo me fijaba en unas estrellas algo lejanas, constelaciones y cometas y de pronto conté 9 y el 10 era el SOL, era INMENSO, según mi sueño decía, "10 veces más magnífico", era realmente hermoso, brillaba, no sentía miedo, pasamos muy cerca, no le tenía miedo como algunos (por su tamaño y fuego), cuando lo pasamos yo me pegué a una ventana par ver como nos alejábamos del sol.

No recuerdo que pasó luego y de pronto aterrizamos en un planeta, estábamos en "apuros", ese planeta tenía muchas montañas y rocas, cuevas. Era de color gris, casi todo era gris, era de tarde, se veía un atardecer. Al parecer ese planeta se estaba secando y nosotros necesitábamos agua para poder deslizarnos en ella y avanzar, el agua del río se secaba muy rápido hasta quedar un hilo. Tratamos de avanzar lo que pudimos y chocamos. Y de pronto vimos una civilización, tan igual a la nuestra, con casi nuestras mismas ropas, rostros, idioma. Habíamos llegado a casa (la verdadera casa).

Sueño 3

Estaba flotando en el espacio y los guardianes y Dioses del Universo me hablaban y mostraban la fecha de mi muerte.

No me decian un día con números como usamos nosotros. En el espacio me mostraron una especie de plano cartesiano donde habían muchos puntos que formaban planos (tipo constelaciones) eran 9 planos casi de forma cuadrada y los guardianes me dijeron que en el día de mi muerte habrían 3 alineaciones (especiales) pero no recuerdo que significaba.

Los planos formados tenían 3 colores: magenta, amarillo y cyan.

Fue un sueño muy interesante pero me hubiese gustado recordar todo lo indicado.



Sueños 2

Tendría aproximadamente 9 años cuando ocurrió esto.

Soñé que dormía cuando de pronto una luz resplandeciente se veía tras las cortinas, eran ellos, ya habían llegado. Corrí hacia la ventana y vi una gran nave espacial flotando sobre mi casa y una luz fosforescente salía de ella y entraba hacia mi habitación. 

Yo no entendía lo que pasaba, simplemente estaba feliz de saber que habían llegado, que me llevarían, pero ellos se acercaron a mi hermana menor, le entregaron algo y se fueron.

Cuando desperté ya por la mañana, mi hermana menor (de 6 años apróx) que ya estaba despierta ,apresurada vino a contarme un sueño extraño que tuvo.

Una luz me iluminó me dijo, eran unos extraterrestres y me metieron algo en la pierna, curiosamente mientras me lo contaba ella se rascaba la piel. ¿A ver? le dije y OMG, ¡increíble, increíble! ¿porqué a ella?, ¿porqué no a mi?. Unas marcas como cicatrices, como inscripciones de jeroglíficos egipcios tenía en su pierna. 

Yo emocionada llamé a mi mamá, le contamos el sueño que ambas tuvimos y quedamos muy impresionadas, hasta ahora lo estoy.

Sueños 1

Tendría unos 7 años aproximadamente y este sueño lo tuve repetidas veces unos 5 años más.

Estaba parada frente a un castillo de piedra, este era grande y muy alto, solitario en medio de un bosque, se veía vacío, obscuro y era muy frío por dentro. Yo vestía una túnica clara, muy gastada ya y unas sandalias rudimentarias. Dentro del castillo mi corazón se aceleró, estaba muy asustada (por los gritos y lamentos que se oían) y triste porque algo malo sucedía, yo no quería huir de la escena, tenía que salvar a alguien.

El castillo estaba muy protegido con guardianes, ellos eran malos, lo sé. Nadie se atrevía a tan solo cruzar los alrededores del castillo.

Me escabullí entre los pasillos obscuros y estrechos, corría apresurada, pensaba mil cosas, estaba muy desesperada pero tenía que llegar a salvarlo. Subía por las escaleras de piedra y en forma de caracol, muy apresurada hasta el último nivel, debía llegar rápido, una luz me guiaba.

Cuando logre entrar en la última habitación del castillo estaba allí, (EL) echado sobre una cama tallada en piedra y amarrado con sogas, lo estaban torturando, al rededor de él habían 5 personas con túnicas negras que extendían sus palmas hacia su cuerpo y le transmitían unas ondas magnéticas de color azul, ¡lo estaban matando!

Y grité ¡NOOO, BASTAAAA!, cogí mi vara y la apunte contra ellos, pero yo estaba débil , caí de rodillas y ellos ataron mis brazos tras la espalda. Todo esfuerzo fue inútil, él estaba ya muerto, llegue tarde pensaba, no pude salvar a Cristo.